Siempre fui muy optimista. Cuando pasan cosas malas intento mirarles el lado positivo, hay veces que me miento a mi misma para sentirme mejor, es triste, pero así vivo bien. Muchas veces llega un punto en que las cosas no dan mas, en que tengo que salir de la burbuja de felicidad en la que me encierro sola, porque se llena de mentiras que me ahogan. Y exploto, y quiero gritar todas las cosas que no digo por miedo, por pensar que todo va a ser mejor si dejo que siga como está. Haciendo eso hago las cosas mal, pero nunca voy a tener la fuerza de decirle a la gente en la cara todo lo que pienso, o por lo menos eso me pasa con la gente que me importa mucho. Siempre termino en lo mismo, escribo. Escribo sabiendo que a nadie le va a importar lo que escriba, que nadie va a pensar que será eso por lo que escribo, pero bueno, es la única manera de descargarme aunque sea un poco y formar una burbuja nueva que se llena de mentiras otra vez hasta explotar, siempre lo mismo. Eso lo único que se me ocurre hacer y pienso seguir así, un poco loca y siempre muy frágil. Me equivoco pero asumo mis errores aunque me cueste bastante y amo ver bien a la gente que quiero, por eso me armo mi burbuja de felicidad, quiero creer que las cosas conmigo misma estan bien, que si los demás estan bien yo estoy bien. Y aunque una parte de mí sabe que no es así, no encuentro otra forma de pensar.

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