sábado, 6 de junio de 2009


Ante un hecho injusto, doloroso, todos reaccionamos de diferente manera. Algunos reaccionan sin pensar. Otros reaccionan de una forma inesperada. El ser humano es impredecible; nunca se sabe para dónde puede disparar. Una reacción en una respuesta a la acción. Ante una situación hay tantas reacciones como personas, y una misma persona incluso puede reaccionar de distinta manera ante la misma situación. Hay reacciones que sorprenden. Todo cambia, permanentemente. Podemos mantenernos sin reacción mucho tiempo, pero siempre llega el momento de la revolución. Cuando empezó la revolución, no se puede detener con nada. La revolución es una reacción, una reacción hacia algo injusto. Algunos se resisten al cambio, hasta que el cambio es irresistible y es imposible no reaccionar; no dejarse llevar por esa revolución que nos cambia la vida radicalmente.

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