La gente ve lo que quiere ver y no les interesa si es verdad o no, se quedan con su mirada, con su prejuicio. Si te ven como una histérica van a tratarte como una histérica, aunque es realidad quizás estés confundida. La mirada de los otros puede ser muy cruel a veces y muy ciega. La mirada de los demás es todo y los demás no te ven a vos, ven lo que piensan de vos. La mirada de los otros tiene sonido, voces, susurros, no se puede escapar a lo que ven de nosotros. Todo se trata de como nos ven y como vemos a los demás. Quedamos atrapados en esa mirada, inmóviles, fijados en lo que creemos que vemos, confiados más en nuestro prejuicio que en nuestros ojos. Dicen que la primera impresión es la que cuenta, pero también dicen que lo esencial es invisible a los ojos.
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