Mañana me voy a Pinamar. Quiero ir y no quiero ir. Primero y principal, es el viaje que vengo esperando desde hace mucho tiempo, me encanta que llegue el verano e irme a Pinamar, es como mi segunda casa. Me da bronca que se haya puesto de moda y que todos vayan a Pinamar, yo voy desde que nací loco es mi ciudad ! Pero bueno, así es la vida, y no viene al caso que esté o no de moda. Entonces, volviendo, tengo ganas de ir: playa, arena, mar, sol, música, viento, dormir, ku, etc. Genial, parecen las vacaciones perfectas, parecen. Lo que me tira abajo es que mi abuela se queda acá y no está bien. Si bien hoy la vi contenta porque se pudo parar (obviamente con ayuda y con el andador) y es un gran progreso, se que se siente sola. Además, mi papá tiene que volver a Rosario a mitad de las vacaciones justamente por eso y por el trabajo, y no me gusta estar de vacaciones sin mi papá. Sumado a todo esto, me acostumbré a estar todos los días con los chicos del curso y los voy a extrañar mucho allá, por suerte me voy a conectar y me van a pasar novedades :). Así que bueno, al mal tiempo buena cara, y al buen tiempo también, la voy a pasar bien yo lo sé. Quiero meterme al mar con nacho, y jugar con la pelotita como todos los años, quiero jugar a las paletas con guille y putear porque tira la pelota a cualquier lado y hay que ir a buscarla, quiero levantarme a las 9, ir a la playa y seguir durmiendo allá mientras me quemo, quiero comer sandwiches, quiero quemarme, oh si PINAMAR ALLÁ VOY ! :)